Es imposible evitar el sol de verano y menos si lo único que se antoja es estar en la playa relajándote, en otras noticias, tomar el sol nos pone de buen humor.
Tomar el sol es saludable porque este nos da vitamina D y en ninguna otra parte la podemos conseguir, pero en verano los días son mas largos, por lo tanto, pasamos más tiempos expuestos a él y los daños a nuestra piel son más grandes.
Doctores explican que el sol emite una radiación electromagnética que, cuando llega a nuestra piel, produce mutaciones en el ADN. Esas mutaciones, en principio, pueden ser anuladas por nuestro organismo, pero conforme vamos exponiéndolo más, el cuerpo ya no es capaz de hacerlo y es ahí cuando se produce un cáncer de piel.
Si te gusta tomar el sol te podemos sugerir que te hidrates muy bien antes, así obtendrás un bronceado perfecto y tu piel no sufrirá tanto daño como cuando tienes una piel muy seca.
Intenta tomar el sol de poco a poco, comienza por unos diez minutos y puedes ir aumentando, nuestro cuerpo reacciona favorablemente a pequeños cambios, uno repentino podría terminar causando quemaduras graves. Ten en cuenta que de 10 am a 4 pm el sol es mas intenso que el resto del día, evita exponerte lo mas que puedas en ese rango de horario.
Elige cremas y protector solar adecuados para tu piel, aplícalas media hora antes de que vayas a exponerte al sol, así tendrá tiempo de absorberse y el daño no será tan grave. Cúbrete lo más que puedas y utiliza colores cálidos en tu ropa, los oscuros atraen mas el calor y los rayos UV.
Los rayos UV no descansan para dañar tu piel, aunque este nublado estos traspasan las nubes y lastiman igual, aunque no sientes que quema de la misma manera que si el solo estuviera intenso, así que no te confíes y protégete.
Tu cuerpo es tu compañero de vida, conócelo, quiérelo y cuídalo.
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