La hidratación y la humectación de la piel son dos términos muy usados en estética referidos a la recuperación del agua de la piel y su elasticidad. Pero no todas sabemos exactamente la diferencia entre hidratar y humectar la piel y lo que tenemos que hacer para lucir una piel radiante. La piel tiene memoria y los excesos cometidos en la juventud se manifiestan en la edad adulta en forma de arrugas, manchas solares, flacidez, alteraciones de la textura, poros dilatados y pérdida de la luminosidad de la piel.
Entre las causas del envejecimiento de la piel se encuentran la deshidratación y la oxidación, así como una mayor lentitud en la renovación celular, conocer nuestra piel y escoger el cuidado cosmético adecuado es importante para mantenerla saludable. El cuidado básico comienza en el hogar, utilizando productos adecuados para cada tipo de piel, existen muchísimos que ayudan a prevenir, retardar o tratar los problemas específicos en las distintas edades.
La buena apariencia de la piel está relacionada con el grado de hidratación que nos aporta “CREAM SPA Hidratante” es útil para cualquier tipo de piel desde la comodidad de tu casa o consentirte en la especialidad de un spa proporcionando elasticidad y cuidado a la piel. Existen tres categorías básicas de productos de cuidado de la piel: limpiadores, astringentes y humectantes; y, dentro de esta última, las cremas nutritivas; la diferencia radica en que la hidratación NUTRE por dentro y la humectación REPARA a profundidad.
Los poros al sentir cualquier rocé de humedad se abren para absorber las vitaminas, debemos saber que si rocías partículas menudas de agua se sentirá una sensación de frescura en la piel del rostro lo cual no pasaría si riegas las mismas partículas de alcohol por que este entraría en sus poros para resecar la piel. Hidratar tu piel diariamente te ayudará a mantenerla tersa al incrementar los niveles de humedad. La piel muestra distintas necesidades según la edad y el tipo de piel.
Una crema es humectante cuando actúa en forma de barrera protectora en la piel evitando la evaporación del agua que contiene el tejido. Además, favorece la captación de agua del medio ambiente, la integra a la superficie cutánea y restablece el manto ácido de la piel, el cual protege el cutis contra la acción de factores dañinos del medio ambiente.
Una crema es hidratante cuando aporta la cantidad de agua que necesita la célula para sus funciones metabólicas. Las cremas hidratantes actúan en las capas profundas de la piel y pueden ser simples o complejas. Las simples son a base de lanolina y aceites vegetales, y las compuestas contienen sustancias activas, como vitaminas, sales y minerales.
