Nuestro cuerpo tiene memoria, todo lo que hiciste por tu piel en tu juventud se vera reflejado con el tiempo, y si no hiciste nada por ella, lo notaras aún más.
Tal vez no vemos la diferencia entre estas dos palabras, pero cuando vamos a cuidar nuestra piel es muy importante saber diferenciarlas.
Cuando hablamos de humectar la piel, nos referimos a crear una barrera protectora entre el cutis y el exterior para que el agua no se evapore, pero si la piel no tiene cierto nivel de agua no hay nada que humectar.
Por otra parte, cuando hablamos de hidratar, estamos aportando agua en capas mas profundas de nuestra piel para así nutrir y depositar agua en las células, lo que favorece en la elasticidad de esta.
En pocas palabras, la hidratación deposita agua en la piel y la humectación la retiene para que se mantenga dentro.
Ahora sabes que son cosas muy diferentes y las dos son muy importantes, una sin la otra no funciona correctamente.
Lo ideal es: Hidratar para que los niveles de agua de tu piel se estabilicen y después humectar para que el agua que ya aportaste con la hidratación no se evapore y dure aun mas en tu piel.
Para que tu piel tenga una hidratación natural toma mucha agua, el jugo de naranja es un super hidratante si quieres algo fresco con sabor.
Recuerda siempre, antes de hidratar y humectar lava bien tu cara.
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