La cutícula es una capa fina de la piel que recubre los dedos y protege nuestras uñas de posibles infecciones. Es la que se encarga de sellar nuestra piel de nuestra uña. Las cutículas son una parte olvidada de las manos, pero protegerlas es importante para evitar infecciones en las uñas.
Se debe tratar para tener las manos con una manicura bonita y mostrar un aspecto presentable hacia los demás. Una parte de ellas que muchas veces pasa inadvertida son las cutículas, que se encuentran en la unión entre la uña y el dedo; sin embargo, no las debes pasar por alto, pues resultan clave en la protección de las uñas.
Las cutículas están formadas por una capa de células que protegen el nacimiento de la uña de los agentes externos, como el agua y diversos organismos, evitando así posibles infecciones. Su tamaño depende de cada persona, y aunque lo normal es que apenas se noten, hay personas que desarrollan mucha cutícula, lo que les resulta molesto y antiestético.
La idea de cutícula, en este marco, puede referirse a distintas estructuras del cuerpo humano. Por lo general se vincula al eponiquio de la uña: una franja de piel que llega hasta donde empieza el cuerpo ungueal (la estructura córnea, de gran dureza, que llamamos uña).
Para poder tener las cutículas en buen estado lo que se recomienda es cuidarlas colocando un paño después de lavarse las manos o haberse duchado. De la misma manera, se indica que es necesario ponerse en manos de profesionales de la manicura para no cometer acciones que puedan causar un gran daño a ese tipo de piel. Y eso sin olvidar que hay que optar por limarlas y pulirlas de la forma adecuada y usando los artículos establecidos para ello.
Aunque a veces pasan desapercibidas y no les damos toda la importancia que tienen, estos (a veces molestos) pellejitos tienen la función de proteger el lecho de la uña, su cuna y lugar de nacimiento, y, por tanto, su parte más frágil. Actuando como un sello entre el dedo y la uña, la protege de infecciones y problemas, por lo que no debe eliminarse nunca a golpe de tijeretazo.
Las cutículas tienden a crecer a medida que notan que algún agente externo está atacando la uña. En el caso de la gente que se muerde las uñas, muchas veces tienen cutículas muy amplias y que cubren gran parte de la uña, esto es por la acción de la saliva sobre la uña que al corroerla, inmediatamente el cuerpo manda la señal de que se encuentra desprotegida y la cutícula crece ocupando más lugar en nuestra uña.
Para mantener la flexibilidad de las cutículas y evitar la formación de pellejitos, conviene usar crema de manos con frecuencia, insistiendo en las uñas y alrededores mediante un pequeño masaje. Una o dos veces por semana, usa un gel quita cutículas para ablandarlas: tras su aplicación, basta con empujarlas y frotarlas suavemente con una toalla para mantener su buen aspecto. Y, si necesitas retocarlas con la tijera, asegúrate de desinfectar antes las hojas con la ayuda de un algodón empapado en alcohol para reducir el riesgo de “padrastros” y molestias.
La delicadeza con la que trata la piel de las cutículas los productos cosméticos encargados de dejarlas flexibles y hacerlas desaparecer sin agredirlas, aseguran la excelencia de la manicura.